En primer lugar, destacaría la variedad de personajes y sus descripciones. Al tratarse de una novela de fantasía, hallaremos seres con poderes inimaginables y muy bien contrastados entre sí: no hay dos personas iguales por mucho que se parezcan. En conjunto, este apartado es una reminiscencia de la mitología griega que agradará a quienes han estudiado letras (como yo) e invitará a descubrir un mundo nuevo a quien menos puestos están con ella.
Los escenarios son otro buen punto. De nuevo, magníficos contrastes y funciones en cada uno de ellos, tanto del mundo real como de otro... por descubrir. Alba ha dado rienda suelta a su imaginación para crear un entorno único, agradable, en el que cada paso lleva a un sitio totalmente distinto y sencillísimo de visualizar.
El libro explora al detalle cuatro aspectos humanos: el error, el conflicto, lo incontrolable y el sacrificio. En cuanto al primero, nos percataremos de que no seguir unas pautas indicadas pueden conducir a una fatalidad (en el peor de los casos). Con lo segundo observamos lo complicadas que son las relaciones cuando de jerarquía se trata ;lo siguiente es una muestra de lo sujetos que estamos a la decisión y voluntad de otros para poder dar ciertos pasos, mientras que con lo último recordamos que la vida no es un camino de rosas y que hay veces que toca perder ahora para luego poder ganar. Estos aspectos dotan a la obra de un realismo abrumador, plasmado estupendamente.
Otros detalles que me han gustado aluden al universo y leyendas urbanas de seres malvados que no sabíamos (:P). Asimismo, entre personajes hay revelaciones inesperadas, que no dejarán indiferente. ¿A quién no le gusta que le desvelen secretos?
Con una ilusión incuestionable por la escritura, Alba nos abre un portal a un universo de fantasía y vivacidad donde reside la lección de que sin lucha ni riesgo no hay premio, como lo que ha afrontado ella con gran valor para brindarnos esta obra.
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