14 de abril de 2014

Cuando la lectura es impuesta

En los centros educativos donde se cursa alguna asignatura de literatura es inevitable que te manden leer alguna obra. Normalmente, no es de una temática a la que los más jóvenes están acostumbrados, lo que supone un paso hacia ver la lectura como un engorro. Pues bien, hay una serie de recomendaciones que conviene tener en cuenta para este tipo de lectura no se haga más cuesta arriba.

1. Es tu obligación. Aprobar una asignatura pasa por estar familiarizado con el contenido del libro, de su contexto histórico-social, etc. Hay que sacar tiempo y ponerse con la tarea. Además, es habitual que te manden un trabajo sobre lo que estás leyendo, lo que es razón de más para no descuidarse.

2. Lee como si se tratase de un cuento. Algunas obras, como Castilla, tiene relatos que versan sobre parte de la historia y las tradiciones de España y otros que tratan a través de la ficción otros asuntos de diversa importancia, como el del paso del tiempo. Si lees algo como si se tratara de una historia irreal, tiendes a que la lectura se te haga más amena, sobre todo si no conoces la historia real que te cuenta el libro.

3. Céntrate en adquirir conocimientos. Rara es la vez que te has puesto a leer y hayas encontrado una palabra que no conocías o una historia de antaño que ni sabías que se había dado. El conocimiento enriquece y un libro puede proporcionártelo a varios niveles.

4. Algunas obras son adaptadas. En la secundaria es habitual encontrarte con algún clásico adaptado y no con la obra completa con todo lujo de detalles. Todo esto implica que la tarea de leer por imposición no te llevará tanto tiempo. Obras así hay muchas, como Las Aventuras de Ulises, de la editorial Vicens Vives. Es una ventaja para fortalecer el punto dos.

5. Tienes preparación suficiente para leer ese libro. Esto es para insistir con el bachillerato y las enseñanzas superiores. En el primer caso, aunque puede ser comprensible que algunas obras te puedan aburrir, estás en un nivel donde los clásicos adaptados tienen que ir quedando de lado. Lo que te mandarán leer no son tratados científicos ni cosas por el estilo. Es literatura, solo que en versión "completa". En la universidad, donde accedes en edad adulta, no hay discusión posible.

6. Leer es compartir. Leas por gusto o por imposición, adquieres conocimientos que puedes compartir. ¿Y lo bien que sienta que puedas echar una mano a alguien gracias a tu esfuerzo y que alguien pueda -para bien- beneficiarse de él?

Con estas pautas, pienso que la lectura impuesta costará un poco menos que de costumbre. Solo hay que considerarlas y, tras ello, leer lo que te pongan. Como ves, se trata de sacar todo lo positivo dentro de lo pesada que pueda resultarte esta tarea.

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