Cuando no comprendas por qué Mikel Santiago es un referente nacional en el suspense, lo mejor que puedes hacer es conseguir una copia de este libro y lanzarte a leerlo. Antes de que la exitosa La última noche en Tremore Beach saliera a la venta, el escritor ya había experimentado el género, el cual refleja en este título en forma de tres novelas cortas independientes. Aquí mis impresiones
1. De Historia de un crimen perfecto destacaría hasta cómo de perturbada puedes encontrarse una mente y, sobre todo, los peligros que conlleva semejante estado. Es un vaivén constante de conjeturas y un sello de malicia contra quienes menos culpa tienen de lo que ocurre. Se da uno cuenta también de que la diferencia de edad respecto a otros no te hace ganar ni en cordura ni deferencia. Un mensaje poderoso.
2. En Noche de almas, encontramos elementos sobrenaturales bien mezclados con la realidad. No soy partidario de aquellos, pero están tan bien contextualizados y combinados con lo no ficticio que su lectura se hace agradable. Me ha gustado el punto que profundiza sobre la importancia de echarse una mano cuando más se necesita.
3. Finalmente, en Scarymore Avenue, que también toma elementos de otro mundo, destaca el no saber exactamente si lo que está sucediendo es realidad o ficción hasta el final. Toda la atmósfera está cubierta de secretismo y las conexiones entre personajes y lugares que se van sucediendo no pasan inadvertidas.
Con el estilo de siempre, mantenido de antaño, Mikel Santiago invita al lector a visitar los límites de lo humano y lo divino con una dosis de misterio de la que es imposible escapar aun cuando terminas toda la lectura.