Reseña: «En plena noche»

 

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La noche suele considerarse un tópico recurrente para el misterio, el suspense y compañía. Mikel Santiago la ha llevado al extremo de la calidad máxima y nos ha dejado una historia que bien vale un aplauso más largo que a una estrella del rock, con todos mis respetos. Mis impresiones:

En primer lugar, destacaría la construcción de los personajes. Es alucinante leer cómo va evolucionando cada uno a lo largo de las páginas y, sobre todo, las caras que van mostrando a lo largo de las cinco partes. Te recordarán varios de ellos a una persona que conozcas por tener amistad y de pronto parece que es otra. Un cambio agresivo que engancha a la lectura.

Me ha gustado también el entresijo mental del protagonista. No hay novela del autor en que alguien no líe una muy parda y aquí no hay excepción tampoco. Su conducta condicionará notablemente el devenir de su entorno, implicándolo en un caso que no hay por donde coger.

La obra transmite el valor de mantener a los amigos que hemos ido haciendo a lo largo de nuestra vida. Nos encontraremos con situaciones que evocarán a la nostalgia y a las ilusiones de antaño. Sin embargo, esa dicha no es motivo tampoco para descuidar la toxicidad que pueda aparecer por ese entorno. Es un aspecto humano, muy del día a día y que no hemos de descuidar.

El componente adictivo está muy bien trabajado también. Se va notando más a medida que avanza la obra y explota en la quinta parte. Muy complicado dejar de leer desde ahí por lo frenético de la acción y los descubrimientos que van sucediéndose.

Por último, solo diré que pocas veces vais a ver giros tan bruscos y bien enlazados con los acontecimientos en una obra de suspense tanto en personajes como en determinados lugares. Alucinante.

Con su dosis de incertidumbre absoluta, una lucha constante entre el bien y el mal de principio a fin y unos personajes memorables, Mikel Santiago nos ha traído lo mejor que hasta ahora ha escrito sobre suspense. La última noche en Tremore Beach, para mí un clásico de este género, pasa al 2.º lugar con 9,99 puntos sobre 10. Que os pille su lectura con una guitarra al lado.