Si hasta la lengua te parece una especie de madeja técnica e indescriptible, esta obra de Lola Pons romperá todos esos esquemas, acercándote a ella cientos y cientos de curiosidades. Mis impresiones:
En primer lugar, la obra destaca por la calidad de sus explicaciones. La exposición de estas es tan clara que no resulta nada difícil comprender los conceptos que se exponen. Aquí se nota la buena mano docente de la autora, que muestra maestría a la hora de desmenuzar un contenido para hacértelo llegar sin problemas, lo cual hace la lectura cómoda y amena.
A continuación, el hecho de que estemos ante una compilación de artículos cortos favorecerá que ningún asunto tratado pueda hacerse pesado. En pocas palabras, Lola Pons deja claro cómo funciona determinado concepto. El exceso y las redundancias no son parte de este libro.
Otro aspecto positivo es la variedad de asuntos tratados. Nos encontraremos principalmente ante cuestiones sociolingüísticas (no te asustes, que está todo bien explicado), morfológicas, gramaticales e incluso etimológicas, todas explotadas por varias partes y con información sorprendente y llamativa. No te vas a aburrir leyendo de lo mismo.
Las últimas páginas esconden un detallazo: unos ejercicios lingüísticos por si quieres transformarte (o recordar) por instantes lo que es un estudiante universitario: alguien que necesita de reflexión y pensamiento.
He seleccionado mis cinco artículos favortitos: Todos hablamos un dialecto y no una lengua, Ni muda ni inútil: h, España fuera del español, el necesario y reivindicativo Tener mala letra, tener letra de mujer y Serás pobre aunque te apellides Rico.
En conclusión, El árbol de la lengua fomenta el interés en esta disciplinaa través de sus entresijos y te hará pasar un rato agradable leyendo esas piezas en forma de ramas que constituyen ese árbol que tan necesario es regar a diario: el de la lengua.
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